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Menores y privacidad: una asignatura pendiente

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Menores y privacidad: una asignatura pendiente

Si nos preocupa la privacidad de los adultos, y realmente lo hace, más todavía debería preocuparnos la de los menores, y especialmente la de los niños. Y es que a diferencia de jóvenes menores de edad y, sobre todo, de los adultos, los más pequeños son totalmente inconscientes, en la mayoría de los casos, de que tras lo que puede parecer una inocente y divertida propuesta de ocio, se oculta un plan de negocio basado en recopilar información personal para monetizarla posteriormente. Algo que, no olvidemos, está prohibido en muchos marcos legislativos.

Con el fin de valorar la exposición que tienen los menores a amenazas a su privacidad, Common Sense ha llevado a cabo y publicado un exhaustivo estudio, en el que se analiza un enorme conjunto de productos y servicios que, por su naturaleza, son accesibles para los menores. Y aunque algunos datos son positivos, y en el análisis interanual se observa cada vez más conciencia al respect, otros resultan un tanto preocupantes, y deberían encender varias alarmas.

En su conjunto los datos resultan, sin duda, preocupantes. De los 200 productos y servicios evaluados por Common Sense, solo el 26% cumplió con las condiciones mínimas, lo que les proporcionó el aprobado. Por lo tanto, y como ya habrás deducido, el 74% restante obtuvo una puntuación por debajo de los mínimos definidos para la prueba, por lo que la organización considera que estos productos están poniendo en riesgo la privacidad de los menores.

Este informe muestra que queda un largo camino por recorrer para proteger la privacidad de los menores y que la presión continua para aumentar las regulaciones que mejorarán las prácticas de la industria”, dice Jim Steyer , director ejecutivo de Common Sense.

«El estado de la privacidad de los niños está muy por debajo de las expectativas de los padres, y necesitamos que la industria dé un paso adelante y haga más para proteger a los menores de la realidad actual, en la que los productos participan activamente en más recopilación y monetización de datos que nunca«. ”Dice Girard Kelly , director del programa de privacidad en Common Sense.

Y es que, en las conclusiones del estudio, podemos encontrar que una tendencia que ya está más que identificada, el incremento en la venta de datos a terceros, no discrimina por edad, por lo que, de facto, son muchas las compañías que están realizando operaciones de compra-venta y cesiones de datos de menores, exponiéndolos de este modo a unas dinámicas de mercado frente a las cuales deberían estar totalmente protegidos. Dicho de otra manera, lo lógico y normal sería legislar en contra de la recopilación misma de datos de menores.

Menores y privacidad: una asignatura pendiente

Si quieres revisar directamente la lista de productos y servicios evaluados, y cuales de ellos han obtenido el aprobado frente a los que no, puedes ir directamente a la página 181 del informe. A la derecha de cada uno de ellos, en la columna Rating, podrás ver dos calificaciones: Pass, para las que han aprobado la prueba, y Warning, para aquellas que tengan algún problema. Además, junto a sus nombres, se muestra una URL en la que podrás acceder a información específica sobre ese producto.

Algunos de los números que obtenemos del informe de Common Sense son que 2 de cada 3 productos utilizados por los menores tienen prácticas de privacidad que los rastrean en la aplicación y en Internet con fines publicitarios, que el 50% de los productos destinados a los menores tienen prácticas poco claras que permiten que reciban mensajes de marketing de terceros o que  4 de cada 10 productos tienen el potencial de mostrar anuncios dirigidos a los niños y jóvenes en función de su información personal.

Parece, por tanto, que hablamos de un problema mucho más serio de lo que pudiera parecer, ya que incluso productos y servicios supuestamente diseñados precisamente para los menores, a la hora de la verdad no los protegen de que sus datos sean empleados con estos fines, es decir, que no protegen su privacidad. Esto es algo que los padres deben conocer y, claro, una información con la que deben decidir qué productos y servicios deben quedar totalmente fuera del alcance de sus hijos.

Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

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