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ProtonMail elimina «sin logs» de su política de privacidad
«Prometo que a partir de ahora lucharé por cambiar. Prometo que no me verás, que no voy a molestar«. Un verso extraído de «Promesas que no valen nada», a mi juicio una de las mejores canciones de Los Piratas, podría servir para explicar, de una manera informal, en qué ha quedado uno de los compromisos del servicio de correo electrónico ProtonMail, tras lo ocurrido hace tan solo unos días. Algo que, al menos, ha ocasionado que la promesa que no vale nada ya no esté presente.
Como ya sabrás, especialmente si eres usuario del servicio (como es mi caso), ProtonMail siempre ha indicado que no se almacenan logs, es decir, registros mediante los cuales se pueda asociar una cuenta de usuario a una dirección IP que, a su vez, serviría para rastrear al usuario hasta dar con su identidad real. Esta es la razón por la que amantes de la privacidad, así como colectivos en riesgo, como disidentes políticos en estados totalitarios, confían en este servicio para sus comunicaciones.
La sorpresa saltó hace unos días, cuando se supo que los responsables de ProtonMail facilitaron a las autoridades suizas (recordemos que Suiza es el país de origen de ProtonMail, un servicio que de hecho fue creado por varios miembros del CERN) los registros asociados a una cuenta de usuario, lo que permitió a las autoridades francesas la detención de un activista de Youth for Climate, organización estudiantil no formal inspirada en la figura de Greta Thunberg, y que promueve la no asistencia a las clases los viernes como señal de protesta por la falta de acción para combatir el cambio climático.
Los datos, dirección IP y huella del navegador, entregados por ProtonMail a las autoridades suizas llevaron a la detención de un activista en París. Durante los últimos meses Youth For Climate ha llevado a cabo actos de protesta contra la gentrificación, la especulación inmobiliaria y servicios como Airbnb en la parisina plaza Sainte Marthe.
Como respuesta a las múltiples críticas recibidas por ofrecer logs de uno de sus usuarios, ProtonMail se ha defendido alegando que se enfrentaba a un mandato legal del gobierno suizo, a instancia de una orden dictada por Europol. Y es cierto que las leyes del país alpino obligan a las compañías a responder a este tipo de requerimientos. Los datos, según afirma ProtonMail, no eran previos, sino que empezaron a recopilarse a partir del requerimiento de los mismos. Afirman, además, que el marco legal suizo no ha permitido presentar alegaciones contra el requerimiento.
No obstante, y tal y como podemos leer en Ars Technica, las críticas y presiones han llevado a los responsables de ProtonMail a eliminar la referencia de que no guardan registros de direcciones IP de su política de privacidad. Y es que, tal y como ha quedado evidenciado en este caso, y aunque de momento sea una excepción, determinadas circunstancias pueden obligar a sus responsables a almacenar y entregar información identificativa a las autoridades.
¿Podemos criticar que ProtonMail haya actuado tal y como lo ha hecho? En absoluto, hablamos de un servicio que opera de manera legal y que, por lo tanto, debe ceñirse al marco normativo del país en el que lleva a cabo sus operaciones. El problema de ProtonMail es que, durante años, se ha vendido como un servicio sin logs, algo que, lógicamente, ha sido tomado al pie de la letra por muchos de sus usuarios, que han empleado el servicio para todo tipo de comunicaciones.
Habrá que esperar un tiempo para comprobar si estos sucesos afectan de manera permanente a la reputación de ProtonMail. Y personalmente pienso que sería una pena, pues aún con lo que hemos sabido estos últimos días, sigue siendo un servicio bastante respetuoso con la privacidad, y con un nivel de seguridad por encima del que ofrecen la mayoría de los servicios de correo electrónico. Sería una pena que por una promesa que no vale nada, el esfuerzo llevado a cabo durante los últimos años quedara en nada.
«Promesas que se perderán en estas cuatro paredes.
Como lágrimas en la lluvia se irán.
Se irán, como lágrimas en la lluvia, se irán.
Se irán se perderán, se irán se perderán,
se irán se perderán, se irán se perderán.
Se irán se perderán,
como lágrimas en la lluvia«